Pino silvestre en el Real Jardín Botánico de Madrid |
Esta
entrada examina las técnicas más avanzadas de control de las agujas para
el pino silvestre (Pinus sylvestris)
pero pueden valer para otros pinos como el blanco japonés (Pinus parviflora),
mugo (Pinus mugo), pino salgareño (Pinus
nigra) y pino carrasco (Pinus
halepensis).
La
técnica del pino negro japonés (Pinus thunbergii) y rojo (P. densiflora) es
particular y se verá en una sección separada
Partimos
de un caso general para un ejemplar en formación, en los árboles ya formados la
intensidad de las siguientes técnicas se reduce.
Pinzado
de velas:
En
primavera se alarga la nueva brotación en forma de velas. Esperaremos a que
concluya este proceso que viene a durar unas dos semanas, para pinzar las velas
más fuertes.
Con el pinzado de las velas tomamos el primer
paso para equilibrar el crecimiento. En
pinos con velas finas como el Pinus sylvestris este pinzado se hace fácilmente
con las uñas de los dedos pulgar e índice, sujetando si fuese necesario la base
del brote con los otros dedos. La forma general se hace partiendo, nunca
cortando, la vela con los dedos o pinzas.
Este
pinzado, para cumplir con su cometido de equilibrar el crecimiento, es la
inversa que thumbergii, primera brotes fuertes dejando 1/3 como mínimo y luego los medios dejando la 1/2. Respetamos
sin tocar, las ramas débiles y velas débiles.
Cuando
aparecen nuevos brotes traseros en zonas fuertes (obviamente) deberíamos
eliminar completamente la vela para favorecer los nuevos brotes débiles traseros.
Una
vez el árbol esté formado y por tanto los brotes equilibrados simplemente cortaremos
todos los nuevos brotes por la mitad más o menos.
Como
medida de precaución, el año del trasplante no pinzamos las velas de primavera para no ralentizar el
vigor que es necesario para la producción de raíces. En todo caso podemos
restar vigor a los brotes más fuertes retirando agujas viejas.
Solamente
cuando existan grandes diferencias de vigor, al comenzar a formar se aclaran
las acículas viejas a finales junio. Al quitar las velas
de la zona media, también elimina las agujas de las zonas fuertes. Esto
ralentizará el crecimiento de los brotes fuertes aún más. Si todo va bien, esto
sólo es necesaria en el primer año de trabajo en el árbol. El próximo año la
diferencia entre las zonas será mucho menos evidente.
En el
caso del pino silvestre la vela pasa por varias fases y en función de cuándo y
cómo se pince, se conseguirán resultados distintos:
*
Cuando las velas empiezan a alargarse dejando ver las puntas de lo que serán
las futuras agujas:
Si se
pinzan totalmente las velas en este momento, aparecerán en la herida dos o tres
brotes fuertes que se desarrollarán en la siguiente primavera. Este es un buen
método para formar la ramificación terciaria y sucesiva pues se consiguen ramas
en un punto exacto.
En
árboles ya formados es en este momento cuando se pueden pinzar las velas para
equilibrar el vigor del pino, se rompen con los dedos 2/3 de las velas más
fuertes, 1/3 de las medias y no se pinzan las débiles.
*
Cuando las velas alcanzan la mitad de su elongación y las agujas empiezan a
despegarse pudiendo distinguirse las dos acículas:
Se pinza 1/3 de las velas débiles, a los 10-15 días 2/3 de las fuertes.
Con
esto se provoca la aparición de yemas nuevas en madera del año anterior, útiles
para sustituir ramas al año siguiente.
* Cuando las velas se alargan en su totalidad y las agujas se oscurecen aunque no tengan aún su tamaño definitivo:
Si se pinzan totalmente en este momento, se consiguen yemas en el punto de corte y en madera de años anteriores. Este es un pinzado traumático y no se puede hacer todos los años. ¡Ojo, sólo en árboles fuertes y sanos!
*Cuando las acículas se han desarrollado:
Se
pinzan con tijeras 2/3 de las velas fuertes, 1/3 de las medianas y no se tocan
las débiles. Este pinzado equilibra la fuerza del árbol y también provoca yemas
traseras.
Brotes muy débiles, no tocar. |
Cuando
se comienza a trabajar en un Pinus sylvestris puede haber una gran diferencia
entre las zonas media y fuerte, en cuyo caso, también se puede combinar el
corte de velas con el pinzado de agujas. Cuando se quiten las velas de la zona
media, en junio se eliminan también
agujas de las zonas fuertes. Esto ralentizará aún más el crecimiento de los
brotes fuertes. Si todo va bien, esto sólo será necesario en el primer año de
trabajo con el árbol. El próximo año la diferencia entre las zonas será mucho
menos evidente.
Arranca
o corta las agujas del crecimiento de este año, dejando 5-6 pares en los brotes
fuertes.
Haz lo
mismo dos semanas más tarde en los brotes de mediana fuerza, dejando 8-10 pares
de agujas.
Retroceder brotación
Dado
que los pinos pierden su capacidad de brotar
de zonas que han perdido hojas, resulta fundamental mantener el follaje
cerca del tronco y ramitas. Esto asegura
que habrá agujas para dar lugar a esta yemas adventicias, además de las que
aparecen anualmente en el extremo de los brotes. Es muy difícil y lleva mucho
tiempo restaurar un pino que tiene todo
el follaje emigrado a los extremos de las ramas alargadas.
Conseguir el rebrote trasero es
particularmente más difícil en el pino blanco japonés. Mientras que los pinos silvestres y negro
japonés brotan con más facilidad de las ramillas del año anterior o incluso dos
o más años antes.
La
primera condición para conseguir brotación trasera es tener nuestro pino con
sol directo y que este sol llegue a todas las partes del árbol. De ahí la
importancia de eliminar juiciosamente el viejo follaje, que facilita que los
rayos de sol lleguen al interior promoviendo nuevos brotes.
Debes
de quitar todas las agujas
muertas en la temporada y observar la
posición de las que permanecen verdes en las ramas cuando las demás han
muerto y caído para no eliminarlas pues a menudo desarrollará un nuevo brote en
su centro.
La siguiente
técnica es muy segura con el pino negro japonés por ser muy vigoroso,
deberíamos usarlas con moderación para el resto de pinos.
En septiembre se realiza el aclareo de las
agujas, cuando el árbol comienza a hacer sus reservas y donde se forman los
brotes del año próximo. En ese momento, la luz es todavía suficiente para
estimular el desarrollo de los brotes latentes. Eliminamos las agujas viejas
para favorecer la entrada de sol al resto y eliminamos parte de las hojas
nuevas siempre que la salud del árbol lo permita.
En
general arrancamos o cortamos:
- Todas las
viejas y unas cuantas agujas del año en zonas particularmente fuertes.
- Las
viejas en las partes medias.
- No toques las partes más débiles.
Las agujas viejas se pueden eliminar desde finales de otoño hasta antes de la formación de las velas en primavera, dejando agujas sólo en los extremos de las ramas. También se pueden dejar algunas agujas viejas si nuestra intención es pinzar el próximo año, para conseguir yemas traseras.
Se
pueden quitar manualmente, una por una, o cortar con tijeras afiladas, a 3 mm
en su base. La base de las agujas de la vaina se secará y se caerá sin dañar
los brotes latentes.
Por
supuesto elimina las agujas que crecen hacía abajo, pero igualmente las que
crecen hacía arriba, pues en el interior de las acículas que dejemos podrán
formarse las yemas que generen brotación trasera y nos interesan brotes
orientados horizontalmente como las ramillas del tejo.
Recordemos
que la intensidad de los trabajos para equilibrar el vigor debería ir
disminuyendo conforme nos acerquemos al diseño final del árbol, de no ser así
repensemos de qué forma hacemos las cosas para corregirlas.
Plantas vigorosas
y sanas son más capaces de proporcionar la energía necesario para la brotación
trasera. El fuerte abonado rico en fósforo después de que las
agujas han endurecido
ayuda al árbol a mantener la fuerza en la parte superior sin causar
ninguna aumento de la longitud de la
aguja.
Selección de Brotes
La
época de formación del brote es a finales del verano y principios de otoño.
Cuando
los nuevos brotes se han hinchado bastante, podemos eliminar si es necesario
algunos brotes con mucho cuidado, sin dañar los brotes que desea dejar. Deja
dos brotes fuertes en los brotes de fuerza media, y dos brotes débiles sobre
los brotes fuertes. De esta manera hemos equilibrado aún más la distribución de
energía a través de todo el árbol. Y se verá que el próximo año el árbol
necesitará mucho menos trabajo para mantener sus agujas.
En las ramas débiles, se
conservan los dos más fuertes. Tratamos de mantener los brotes que crecen
horizontalmente, y eliminamos los que crecen verticalmente hacia arriba o hacia
abajo. Únicamente si queremos hacer crecer mantenemos un tercer brote, pues
mantener tres ramas de un mismo punto no va a dar una impresión de rama madura
y producirá un aumento de grosor de la
rama en el punto de unión.
Plantas vigorosas
y sanas son más capaces de proporcionar la energía necesario para la brotación
trasera. El fuerte abonado después de que las agujas han endurecido
ayuda al árbol a mantener la fuerza en la parte superior sin causar
ninguna aumento de la longitud de la
aguja. Especialmente interesa el
abonado rico en fósforo que estimula además las raíces.
El
Alambrado y demás trabajos de formación deberían hacerse con cuidado, para no dañar o eliminar nuevo brotes.
Eliminación
de brotes terminales.
Cuando
el brote terminal es eliminado, el árbol desvía sus recursos a todos los brotes
por igual en la rama.
Resulta
conveniente eliminar el brote terminal a
principios del otoño para la producción de nuevos brotes para la siguiente
primavera, pues parece tener un efecto mayor que la eliminación de invierno.
Esta
técnica funciona bien con la mayoría de los pinos, no así con las variedades de
pino blanco japonés en donde es más difícil recuperarse de la negligencia o la
atención inadecuada, puede requerir
injertos para recuperar el estilo de bonsái deseado.
Cuando
aparezcan los nuevos brotes, que siguen siendo débiles, no es hasta que se
establezcan (1 año o 2) que se pueda
quitar la punta de la rama donde se encuentran y permitirles tomar el relevo.
Algunos autores tratan el mekiri, una técnica específica para reducir el tamaño de la hoja en los pinos vigorosos japoneses ( negro y rojo) en pinos considerados débiles, cuando están fuertes, pero no cortan todo el crecimiento, dejan tres o cuatro pares de agujas nuevas como tirasavias y aconsejan practicarlo para principios de septiembre y no en pleno verano como thumbergii.
Al contrario que ocurre con el
pino negro japonés se empieza por brotes fuertes, y 10-12 días más tarde, se
cortan los brotes medianas. Por supuesto no se tocan los brotes débiles.
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