EL
CULTIVO DE PINOS DESDE SEMILLA O PLANTÓN
Pino silvestre con dos años. |
Como el objetivo fundamental de
este blog es ayudar al principiante, he creado esta entrada con la información recogida de otros sitios para
comenzar desde cero a formar un futuro bonsái de pino.
En otras dos entradas detallaré
como refinar y mantener los bonsáis de pino con mención aparte de los pinos
rojo (densiflora) y negro (thumbergii), por usarse técnicas específicas.
Los pinos requieren de técnicas
especiales para su formación como bonsái
debido a las siguientes características:
ü Tienen
una fuerte dominancia apical que hace que las diferencias de vigor sean muy
acentuadas entre los ápices y las zonas traseras o bajas.
ü No
brotan de la madera vieja, lo que nos obliga a no descuidarnos para no alejar
el verde.
ü Algunas
especies, y singularmente el pino negro japonés tienen una acícula demasiado
larga para la escala propia del bonsái.
La forma de trabajarlos se basa
en el principio de repartir el vigor por igual, es decir, favorecer a las zonas débiles, evitando el proceso natural de muerte de las
ramillas bajas e interiores. Sólo de esta forma parecerá un bonsái, con conicidad
y un follaje compacto y homogéneo.
Distintas
técnicas aplicadas a los pinos consisten en eliminar las agujas viejas para
aumentar la exposición al sol de los brotes traseros y así fortalecerlos. La
eliminación de las viejas agujas favorece así a las nuevas, pero teniendo en
cuenta que de estas pueden aparecer brotes en su centro que pueden ser
necesarios para el diseño.
En especies como el pino blanco
japones o el pino silvestre, que de por
si tienen agujas reducidas, las técnicas para equilibrar el vigor conllevan ya
un acortamiento del tamaño de las agujas. Para el pino negro japonés y el
densiflora, de acículas largas, se utilizan técnicas especiales para reducir el
tamaño de las agujas.
2.-Cultivo
Los requerimiento del cultivo de todos los pinos son: sol directo y
substrato aireado. Muchas especies
requieren de sol para crecer compactas, en el caso de los pinos lo necesitan
para estar sanos y de igual forma ocurre con el substrato, debe estar aireado.
La parte positiva de los pinos es
su aguante a las condiciones climáticas adversas como los vientos secos o la falta de cuidados (abonados y riegos, se
entiende). Pero cuidado, un bonsái
formado requiere de una vigilancia constante.
La primera regla general que se
puede dar es no acumular trabajos estresantes para el árbol. Especialmente,
convendría no tocarlo durante el primer periodo vegetativo tras el
transplantado. La segunda es no seguir
el calendario sin más, es el árbol el que nos debe de indicar en cada momento
la oportunidad de realizar las diferentes acciones y su intensidad.
Fotografía realizada en marzo de 2014, Las posteriores fotos son de algunos de estos pinos, las otras plantas son manzanos Malus everest. |
2.1.-Trasplante y substrato
A la hora del trasplante, es importante tener en cuenta que se
recuperan con dificultad cuando le cortamos muchas ramas y raíces. Especialmente
debemos ser conservadores con el sistema radical, aún a costa de no conseguir el nebari deseado, antes de cortar una de las raíces principales es preferible intentar reposicionarla con algo que la
sujete como una cuña de bambú clavada en el substrato para llevarla a un lado,
o si fuese necesario bajarla usando un alambre.
No solo debemos conservar raíces,
también parte del substrato viejo. Los
pinos viven gracias a la simbiosis con hongos (micorrizas), las raíces
cubiertas de un moho blanquecino y agradable olor a seta nos señalan el
correcto cultivo del árbol. Estas micorrizas son externas y pueden perderse si
quitamos la totalidad del substrato.
Algunos aficionados incorporan parte
del substrato retirado al nuevo para que contenga las micorrizas (previamente cribado para eliminar las partículas más
pequeñas).
No deberíamos eliminar nunca más
de 1/3 de la copa o sistema radical. Las podas pueden ser más intensas en los
primeros años de formación y ligeras posteriormente.
Recordar que los árboles sacados
de semilla han de ser repicados en su primer año para evitar la raíz pivotante.
El
trasplante provoca el rejuvenecimiento del bonsái, y (después de un período
recuperación) reaccionará con un gran crecimiento de las raíces. Esto hará que
las nuevas velas crezcan otra vez demasiado fuertes e irregulares. Por lo
tanto, empieza de nuevo todo el ciclo de equilibrar la energía del árbol.
En
cuanto al substrato, los aficionados usan diferentes mezclas. No tengo la
suficiente experiencia para asegurar cuál de ellas es la mejor, pero si puedo
decir que da buenos resultados la akadama con pómice en los árboles jóvenes y en formación. Cuando
un árbol está formado los transplantes se alargan mucho y es fundamental
asegurar que el substrato no se haya desecho, por eso algunos aficionados
agregan al substrato gravilla de rio, otros como es mi caso colocan en el fondo
únicamente pómice que no se altera y mantiene la aireación.
Otros
aficionados usan kyriu como substrato fundamental para sus pinos, sus
características la diferenciaiarian de la akadama por su mayor dureza y acidez.
No
quiero entrar en polémicas pero si daré dos recomendaciones, la primera es que
el grano del substrato sea grueso para asegurar una buena aireación y que se use algún abono orgánico de calidad
que favorezca la actividad de los microorganismos del suelo y por ende a las
micorrizas.
El mismo pino salgareño con dos años. |
2.2.- Abonado de los pinos
Como ocurre con el resto de las actuaciones debemos de tener
en cuanta el estado de nuestro árbol. A diferencia de otros árboles, los pinos
son malos indicadores de su estado vegetativo, no nos van a señalar rápidamente
si les faltan nutrientes como ocurre o con una planta de hoja caduca como un
olmo, por ejemplo.
Además, la variedad de abonos en el mercado es grande, con
propiedades diferentes. Por tanto, nos debemos dejar guiar un poco por nuestra
experiencia y tener en cuenta lo siguiente:
Si el árbol está sano y no ha sido trasplantado deberíamos
comenzar a abonar suavemente ya en
marzo o incluso antes con climas cálidos como en la costa del sur de España y
en situaciones abrigadas (junto a una pared) y soleadas.
Estos abonados han de ser líquidos y bastante diluidos pues
aún hace algo de frío para que funcione el orgánico. El abono foliar sería
genial.
Al alargarse las velas comenzamos con un abonado normal y en
el caso del pino negro, retiraremos el
abono desde el momento de comenzar el mekiri, aunque no haga calor. En todo
caso, cuando el calor sea intenso, dejaremos de abonar hasta que en septiembre
vuelvan las temperaturas a moderarse y si todo va bien empezaremos abonar fuerte con abono PK durante
todo el mes de octubre, y noviembre si no llega el frío.
Yo utilizó abono orgánico, pero me preocupa la acumulación
de restos por lo que uso bolsitas de té
para contenerlo. Aparte uso humus de lombriz líquido (lixiviado).
2.3.- El riego de los pinos
En general se
puede decir que a los pinos les va mal
la humedad del substrato. Esto no se evita regando menos sino con un substrato
muy drenante. De nuestros pinos el más tolerante al agua es el silvestre (P.
sylvestris), con el resto es sano dejar que se seque el substrato pero no
totalmente. Recuerda que el riego a fondo
ayuda a airear el substrato al expulsar los gases de la actividad aerobia y los
restos de agua faltos de oxigenación.
Cuidado con usar la
reducción del riego para reducir la longitud de las agujas, es más seguro usar
las técnicas apropiadas.
3.- Poda de ramas
Una poda
juiciosa a finales de otoño / invierno temprano, hará que el árbol reaccione con retroceso
de brotación. Podar todo el crecimiento que no es necesario
en las zonas fuertes, pero cuidado con la
poda en las zonas más débiles.
Cuando se poda una
rama gruesa, siempre es mejor
dejar un muñón para que tenga
la oportunidad de secarse de forma natural. Después de que se haya
secado siempre se puede utilizar como
un jin o eliminarlo por completo, si usted decide
quitarlo se puede tallar y la herida se curará
más rápidamente y de forma más natural.
4.-
Alambrado
- El alambrado se puede efectuar todo el año, aunque la mejor época es entre el otoño y el invierno. También podemos hacerlo en junio: las ramas son más flexibles, y las grietas sanan más rápido. Entonces es necesario proteger las ramas con la rafia húmeda apretada antes de colocar el alambre, y sea muy cuidadoso con los brotes.
-
Tenemos que tener en cuenta que al ser un árbol muy flexible, hay que utilizar
un calibre de alambre más grueso del que nos parece a primera vista, de otro
modo la rama alambrada, volvería a su posición inicial.
- Por
el mismo motivo nos veremos obligados a mantener el árbol alambrado durante un
largo periodo de tiempo, de 1 a 2 años, con lo cual tendremos que desalambrar
el árbol y volver a colocar el alambre tres o cuatro veces antes de su retirada
definitiva, para evitar que queden marcas en la corteza.
5.- Pinos en formación
Aquí tienes paso a paso que hacer con tu pino
obtenido de semilla o adquirido como plantón. Si la planta crece bien, en el
otoño del 2º ó 3º año podemos empezar a
formar con alambre de aluminio todo el
tronco evitando coger agujas o brotes. Debemos tratar de producir curvas en
tres dimensiones y un tanto exageradas, el tronco absorberá algunas curvas.
Pino negro japonés con 3 años. |
En esta fase
es importante que el vigor y por tanto las agujas sean las mayores posibles.
El primer objetivo es engordar el
tronco, para ello hay que dejar crecer la guía de la planta, sin ningún tipo de
poda o pinzado de reducción que debilitan el brote y retrasan el proceso de
formación. Al no frenar el vigor los
brotes jóvenes aparecerán de forma espontánea en el tronco, entre las agujas.
Podemos ayudarles eliminando agujas al rededor de ellos, pero no demasiado, ya
que la presencia de un gran número de agujas en estas plántulas promueve el crecimiento. Son muy importantes porque
permitirán producir ramas bajas futuras, especialmente en shohin y también
aprovechables para ayudar al engorde de la base del árbol.
En el caso del pino negro, en esta etapa, la copa
del árbol es una rama de sacrificio, que se corta cuando el vástago alcanza el
diámetro deseado. Luego rehacemos las copas y ramas a partir de las pequeñas
yemas adventicias de la parte inferior del tronco y si los brotes no aparecen
se puede hacer mekiri en julio con el cual muchos brotes aparecerán. Con otras
especies seremos más cautos sin reducir más de 1/3 del follaje con la poda
invernal.
Durante los primeros 3-4 años no dude en replantar
cada año, después reposicionar las raíces tendrá gran dificultad o será
imposible. Una segunda fase es la de
engorde acelerado en un colador grande o una cesta perforada para plantas de
estanque, manteniendo una rama de sacrificio en la parte superior, y varias en
la parte inferior del árbol para que crezca la base, mejor en la parte
posterior para que las cicatrices no sean visibles desde el frente.
En las pequeñas ramas cerca del tronco, que se
guardan para diseño, no dude en empezar con las técnicas de ramificación
(mekiri en verano en pino negro y poda del brote terminal en otoño para el
resto) para comenzar a densificar las
ramas. Cuando el tronco ha alcanzado el diámetro deseado, cortar gradualmente
las ramas de sacrificio en varias etapas durante varios meses.
A lo largo de esta fase eliminaremos las agujas con
moderación, sólo cuando un brote que deseamos mantener no recibe suficiente
luz. No pinzaremos las velas antes de la etapa de equilibrio de la rama, es
decir el último paso.
Después de 2-3 años
de engorde en colador lo pasamos a una maceta grande. Cuando la rama
principal está bien establecida y las ramas de sacrificio son eliminadas, comenzamos a trabajar las etapas finales de
ramificación replantando a una maceta de
bonsái.
Hemos llegado a la última etapa, el tronco ha alcanzado
el diámetro deseado, pero las ramas aún
no se han formado o no tienen la
suficientemente ramificación. El objetivo es promover la ramificación
secundaria. En esta etapa, no hay mucho engorde: la reducción del tamaño de las
agujas se considerará más tarde. Para avanzar debe promoverse la brotación trasera.
Para ello,
existen dos métodos:
A.- Método suave:
En la primavera del año 1, se permite el crecimiento
libre de cada vela. Eliminando agujas en
agosto y septiembre.
En la primavera del año 2, pequeños brotes nacen en
las ramas donde se habían eliminado las agujas. Deje crecer libremente todos
los brotes, especialmente la yema terminal estimula el vigor de toda la rama.
En septiembre del año 2, se corta el extremo terminal, por encima de los brotes
pequeños, que de este modo toman el relevo, y crecen con más fuerza.
B.- Método duro
Para árboles vigorosos en la primavera del año 1, se
deja crecer libremente velas. Eliminar agujas en agosto y septiembre, se hará
una mekiri dos semanas más tarde, en septiembre, en los brotes pesados y
medios.
En la primavera del año 2, obtenemos nuevos brotes
de nuevo se deja crecer libremente. En septiembre del año 2, podemos eliminar
un poco de agujas y hacer una mekiri en brotes fuertes.
En el año 3, dejar crecer libremente e incluso hacer
un ligero metsumi para equilibrar las velas.
El
"metsumi", literalmente "sección del nuevo brote verde"
tiene como objetivo detener el vigor de los brotes fuertes, derivando la
energía que la vela no consume a las otras velas no pinzadas.
Atención,
como el pinzado inhibe el crecimiento,
no hacerlo en una rama o un árbol que
queramos verlo crecer. En general, este
pinzado se hace en árboles ya formados. En particular, no es una operación
beneficiosa para un árbol replantado: porque es precisamente la actividad de
los brotes que estimulará el crecimiento de las raíces.
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